miércoles, 15 de agosto de 2012

Holocuento

Los derechos de la aritmetica

Si diversos autores, periodistas e historiadores atanto alzado pretendieron, entre el final de la guerra y principios de 1946, que los nazis habían exterminado hasta... ¡once millones! de judíos, mientras otros, más moderados, se contentaban con sólo ocho millones, los violines de la orquesta fueron debidamente acordados dejandó la cifra en siete millones y medio, cifra que resistió tres o cuatro meses hasta oficializarse la de seis millones.

Y aunque én el simulacro de proceso a Eichmann en Jerusalen el Fiscal General judío presentó como oficial la cifra de 5.700.000, los «mass media» siguen aferrados, cual náufrago a un salvavidas, a los seis millones y a tal cifra absurda vamos a atenernos.

Según fuentes oficiales judías, (76) el número de judíos que viven en Europa cuando el Nacionalsocialismo accede al poder, en 1933, es de 5.600.000. sin contar los que viven en la Unión Soviética, a los cuales difícilmente pudo llegar a capturar el ejército alemán. Es de aplastante lógica suponer que. los judíos de Ucrania y Rusia Blanca se retiraran hacia el interior de Rusia con el Ejército Rojo y no se quedaran «sur place» para ser llevados a los campos de concentración alemanes. Ahora bien, dos fuentes dispares, una suiza (77) y otra judía (78) coinciden en que el número de emigrantes judíos, entre 1933 y 1945, a Inglaterra, Suecia, Suiza, la Península Ibérica, Canadá, los Estados Unidos, América Latina, Australia, China, la India, Palestina y Africa, fué de 1.440.000. Estos judíos procedían de Alemania, Austria, Checoeslovaquia y, en menor escala, de Polonia, Rumania y Hungría. Por otra parte, el número de judíos que vivían en los paises neu trales, sin contara los recientes inmigrados, era de 413.128. (79)

Es decir que de los 5.600.000 judíos que vivían en Europa, excluyendo la URSS, en 1933, cuando el Nacionalsocialismo sube al poder, debemos eliminar como posibles víctimas de los nazis a 1.440.000 que logran emigrar a países neutrales y militantes en el bando Aliado, más a 413.128 que ya residían en países neutrales o en la inocupada Inglaterra. Esto reduce la cifra a 3.746.872. (80)

Pero tampoco esta cifra es definitiva. Para llegar a la cifra máxima de judíos que estuvieron dentro del radio de acción de los nazis lo que no significa necesariamente internados, pues los judíos abundaban en los movimientos de resistencia hay que descontar a los que vivían en la parte oriental de Polonia y en los paises bálticos, que huyeron a la Unión Soviética después de 1939 y fueron, luego, evacuados fuera del alcance de las tropas alemanas que se internaban en la URSS. Según el historiador judío Reitlinger (81) el número de judíos emigrados hacia la Unión Soviética y, por tanto, a salvo, fue de 1.550.000. Esto nos da la cifra definitiva de 2.196.872. Citaremos, de paso, el testimonio de un periodista israelita, Freilig Foster quien asegura que «desde 1939 hasta la invasión nazi de Rusia. 2.200.000 judíos de los ghettos del Este de Europa encontraron su salvación en la Unión Soviética. (82)


Sihacemos caso de este testimonio, la cifra definitiva debe quedar reducida enla diferencia entre la cifra facilitada por Reitlinger, es decir, 1550.000 y esos 2.200.000, o sea que hay que reducir 650.000 más a los que, según ese autor, no pudo llegar el fatal brazo del Führer, con lo cual la cifra definitiva de victimas potenciales, no efectivas, quedaría reducida a la cifra de 1.546.872.

No obstante, el testimonio de Foster no parece real. Pese a escribir en una revista «burguesa» de los Estados Unidos, ese periodista era conocido por la benevolencia de sus comentarios cuando tocaba el tema que rozara, de cerca o de lejos, a la URSS. De ahí que su articulo, tan prosoviético, presentando a la Meca del Comunismo como la salvadora de los judíos orientales, nos parezca, a priori, sospechoso. Por eso nos quedamos con la cifra antes citada de 2.196.872, a pesar de que otro judío pro-comunista, Louis Levine, Presidente del «American Jewish Council for Russian Relief» (Comité Judeo-Americano de Ayuda a Rusia) declaró en una conferencia que
  • «... al principio de la agresión alemana contra Rusia, los judíos fueron los primeros evacuados de las regiones amenzadas por los hitlerianos y puestos en seguridad tras los Urales. Así fueron salvados dos milliones de judíos». (83)
Esa alta cifra es confirmada por otro pro-comunista judío, David Berlengson al afirmar que
  • «gracias a la evacuación el 80% de los judíos que vivían en la zona polaca ocupada por el Ejécito Rojo en 1939, y en los Países Bálticos pudo salvar la vida, es decir, algo más de dos millones de personas».(84)
La cifra de 2.196.872 puede ser aumentada en, aproximadamente, en 110.000 es decir, el 5% de crecimiento de población, por diferencia favorable entre nacimientos y decesos, porcentaje que nos parece muy «deportivo» por favoreble a la tesis oficial, máxime si tenemos en cuenta que la Judería Europea de rentas elevadas siempre ha sido menos fecunda en nacimiento que las de otros continentes, y con mayor razón debió darse esa circunstancia en el azaroso periodo que nos ocupa. Es decir, que la cifra máxima de judíos que, según fuentes judías más favorables a la tesis oficial, pudieron caer en manos de los nazis fué de unos 2.300.000.

Pero hay, aún otra fuente que permite aumentar esa cifra. En efecto, los precedentes cálculos están basados en unos datos oficiales judíos, facilitados por la Conferencia Judeo-Americana, según la cual la población israelita de Europa cuando el Nacionalsocialismo llega al poder es de 5.600.000. Pero según la «Chambers Encyclopoedia», el número total de judíos que vivían en Europa en la época objeto del presente estudio era de 6.500.000, es decir, 900.000 más que los citados por fuentes judías. Es posible que la «Chambers» haya manipulado erroneamente datos de otras agencias judías, aunque lo más probable es que éstas sólo hayan considerado judíos a los inscritos en las sinagogas, lo que explicaría el «décalage» de cifras. No obstante, lo importante a retener de este dato es que la cifra dada por la «Chambers», o sea, 6.500.000 es la más elevada que se conoce. La conclusión final es, pues, que utilizando los datos más favorables a la llamada tesis oficial, Hitler sólo pudo llegar a tener bajo su control a 3.200.000 judíos, es decir, los 2.300.000 a que llegábamos en los precedentes cálculos más los 900.000 de diferencia en más según la generalmente bien informada «Chambers Encyclopoedia».


No queremos insultar al sentido común del lector amigo demostrándole que si Hitler solo pudo tener acceso, en el mejor de los casos, a 3.200.000 judios, no le fué posible ordenar el asesinato indiscrirninado de 6.000.000. Procedamos ahora, a efectos de comprobación, en el sentido inverso. «La mayoría de los judíos alemanes consiguieron abandonar Alemania antes de que la guerra estallara». (85)

También pudieron emigrar 220.000 de los 280.000 judíos austríacos y 260.000 de los 420.000 de los checoslovacos. En total sólo quedaron en Alemania, Austria y Checoslovaquia, después de Septiembre de 1939, unos 360.000 judíos.

En Francia había, en 1939, 320.000 judíos. Según el Fiscal francés en los procesos de Nuremberg, 120.000 de ellos fueron deportados a los campos de concentración, aún cuando el repetidamente citado autor judío Gerald Reitlinger sostiene que la cifra sólo fué de 50.000, basándose en fuentes emanadas de la «Alliance Israélite Universelle». (86)

No obstante, vamos a tomar la cifra más favorable a la tesis oficial, es decir, 320.000 contra los que pudo actuar Hitler. Las colonias judías de Bélgica (40.000), Holanda (140.000), Italia (50.000), Yugoeslavia (55.000), Hungría (380.000) y Rumanía (710.000), en 1939 (87), totalizan, junta a las ya mencionadas de Alemania, Austria, Checoslovaquia y Francia, 2.055.000 personas. Queda el problema de los judíos polacos, cuya cifra es, siempre, la más difícil de evaluar. Se ha afirmado frecuentemente, sin fundamento alguno, que a consecuencia de la guerra con Polonia el reich obtuvo el control sobre tres millones de judíos suplementario. Esto es sencillamente imposible. Según Reitlinger (88) el censo de judíos polacos era, en el año de 1938, de 2.732.600, de los cuales 1.170.000 residían en la zona ocupada por los soviéticos y otros 380.000 emigraron antes de la ocupación alemana de la zona occidental de aquél país, lo cual presupone que el número de judíos polacos bajo control alemán fué de 1.182.600, cifra a todas luces exagerada, y a la que se llega sólo si se toman como válidas las cifras de Reitlinger (que incluyen a los judíos que vivían en los Países Bálticos) pero que deben acercarse más a la realidad si se acepta la cifra del estadístico y demógrafo judío Jakob Leczinsky, de 750.000 personas.

En cualquier caso, si se aceptan las cifras de Reitlinger con respecto a Polonia, las más favorables a la tesis oficial, el número máximo de judíos bajo control alemán fué de 3.237.600, cifra sensiblemente semejante a los 3.200.000 que hallamos en el cálculo anterior, basándonos en las cifras iniciales de 6.500.000 judíos en toda Europa aseveraba la «Chambers Encyclopoedia». Si se aceptan las de Lesczinsky, llegamos a la cifra máxima de 2.805.000, que representaba aproximadamente el punto medio entre la cifra de la «Chambers» (6.500.000) y la del tratadista judío Bruno Blau (5.600.000), que parece gozar de más autoridad en la materia. (89)

Podemos, pues, resumir la cuestión diciendo que el número de judíos que pudieron estar bajo jurisdicción alemana, en el transcurso de la II Guerra Mundial fué, como máximo, de 3.237.600, y, como mínimo, de 2.300.000, siendo la cifra de unos 2.800.000 la que parece más ajustada a la realidad. Enfoquemos la cuestión desde otro punto de vista. En 1938, había en el mundo 15.688.259 judíos, según datos oficiales judíos. (90)

Diez años des. pués, es decir, después de las persecuciones nazis y del supuesto holocausto de los seis millones de gaseados y cremados, habían, en todos el mundo, entre 15.600.000 y 18.700.000 judíos, según un articulo, aparecido en el diario «The New York Times» (91) suscrito por Mr. Hanson William Baldwin, experto demógrafo. Tomemos como cierta la evaluación más baja, es decir, la más favorable a la tesis oficial de los seis millones de israelitas asesinados, o sean, 15.600.000 judíos, y observaremos que resulta que en los diez años que mediaron entre 1938 a 1948 época que incluye los años de guerra, de 1939 a 1945, durante los cuales se asegura muy seriamente que Hitler hizo matar a seis millones de judíos la población judía ha permanecido inalterable, cubriendo, con seis millones de nacimientos, los supuestos seis millones de muertes. Es decir, que en siete años de persecución, y tres años de post-guerra, los judíos supervivientes de la matanza, 16 millones menos 6 millones igual a 10 millones, han logrado, en un alarde sexual sin precedentes en la Historia, un incremento de población del ¡60%! ... Y si se tomá la cifra más alta propuesta por Mr. Baldwin, es decir, 18.700.000 judíos, resultaría que si Hitler, efectivamente hizo matar a seis millones de judíos nos encontraríamos con un incremento de la cifra demográfica de nueve millones, o sea un aumento de tres millones más otros seis millones de nacimientos para suplir los seis millones de judíos pretendidam ente gaseados o cremados por los nazis. Si en 1948 habían en el mundo dieciocho millones de judíos, el nacimiento de nueve millones de judíos durante los diez años del período 1938-1948, o sea un incremento total del 100% es una imposibilidad física. Ni aún cuando todo judío púber se hubiera dedicado, exclusivamente, veinticuatro horas diarias, a practicar el coito con mujeres púberes de su raza, el que ubiesen podido llegar a engendrar, en diez años, nueve millones de retoños está en pugna total con las leyes de la genética, por muy sexualmente obsesos que se quiera suponer a los correlegionarios de Freud.


Día de la Liberación









Liberación de Dachau. Gentge vien vestida, bien calzada, nada desnutrida.

Los prisioneros de los campos de trabajo recibían muchas más calorías de lo que la población normal en zona de guerra soñaría.

Las mismas imágenes en Auschwitz:




Buchenwald:



Majdanek:




Mauthausen:




esto no son campos de exterminio, señores, esto son campos de concentración como los que lamentablemente tantos países han construido para meter prisioneros y nadie ha hecho de ello una liturgia. __________________




...............

Estar en los puros huesos no es sinónimo de ser víctima de un plan de exterminio deliberado en cámara de gas (¿por cierto, qué hacen esos cadáveres tan delgados, es que no los gasearon cuando estaban en relativamente buenas condiciones físicas? ¿por qué mantenían con vida a una gente que, por su aspecto hace meses que no puede dar un palo al agua?)

Estar en los puros huesos SÓLO ES SINÓNIMO DE ESTAR FAMÉLICO Y/O ENFERMO. No es necesariamente sinónimo de nada más.


Aquí tenemos a esta familia bengalí en los huesos por hambruna:




estas víctimas del hambre y la enfermedad no importan a nadie porque no son del momento adecuado, ni del lugar adecuado ni de la religión adecuada.



Sobre Auschwitz, su piscina (con imagenes) y como era la vida, SUPUESTAMENTE, alli.


Esto era lo que tenia pensado añadir al hilo justo antes de que me lo censurasen por haber aparecido uno o dos perros rabiosos, se lo recomiendo a cualquiera, realmente interesante.


pongo el link directamente, sacado del foro de BURBUJA.INFO, hilo del 2010, alli el jefe no censura los hilos contra el holocausto (aun hay mas aparte de ese), sera porque no se lia tanto al ser la media de edad de los users de alli bastante superior a la de aqui....


http://www.burbuja.info/inmobiliaria...-judia-48.html







Aprovecho para recomendar el hilo de Burbuja de donde he sacado esta informacion y donde se aportan incontables datos y documentacion a lo largo de todo el hilo que evidencian esta monumental farsa.


El Holocuento: la eterna fábula judía - Burbuja Económica




No hay comentarios:

Publicar un comentario